No hay garantías de rendimientos a futuro: David Román Ochoa León

  • Antes de tomar cualquier decisión financiera es necesario documentarse, sugirió Norman Jonathan Wolf del Valle
    Ante la realidad de que México ocupa el lugar 16 del mundo y el tercero de América Latina en la comercialización y posesión de criptomonedas -lo que en el mercado de remesas de Estados Unidos hacia el país representa 3.3 mil millones de dólares anuales, es decir el 5.4 por ciento de los 61 mil millones de dólares enviados desde el vecino país del norte-, se evidencia más la necesidad de mejorar la regulación financiera y propiciar la educación y cultura en la materia, coincidieron en señalar expertos de la UNAM.

Norman Jonathan Wolf del Valle, docente de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), y David Román Ochoa León, profesor de la Facultad de Economía (FE), apuntaron que “no hay una fórmula mágica” que se pueda recomendar a los inversores, lo que sí se les sugiere especialmente es ser conscientes de los riesgos en el mercado de las criptomonedas, estar bien enterados de los retos y las circunstancias financieras y económicas mundiales, a fin de tomar decisiones informadas.

Ante hechos como el llamado halving de bitcoin pidieron a quienes están interesados en el tema ser prudentes.

Ochoa León mencionó que el halving sucede cada 210 mil bloques minados, aproximadamente cada cuatro años, lo cual ocurrirá entre el 19 y el 20 de abril. Consiste en dividir por la mitad la recompensa que obtienen los mineros o artífices de la producción de esa criptomoneda, y que en esta ocasión pasará de 6.25 bitcoins a 3.125 como premio por cada bloque.

Históricamente, después de ese suceso ha habido un incremento en el precio del instrumento, “pero eso no garantiza rendimientos en el futuro”, aclaró.

En tanto, Norman Jonathan Wolf del Valle, docente de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), añadió: lo que existe es un riesgo inherente en ese tipo de operaciones. Antes del halving ha habido un deceso en el precio de esa criptomoneda, que luego tiende a subir, pero eso puede ocurrir o no, porque las condiciones actuales son diferentes a las de hace cuatro años.

Hoy no sólo hay que considerar que el halving es más pequeño que los anteriores, sino los conflictos bélicos, por ejemplo. Por eso, antes de tomar cualquier decisión financiera es necesario documentarse, analizar y leer reportes técnicos.

En la conferencia de prensa “¿Qué viene con el halving para las criptomonedas?”, el experto de la FE explicó que el bitcoin es una de alrededor de nueve mil 700 criptomonedas que hay en el mercado; se trata de una virtual que ha tenido evolución constante desde su emisión en 2009, cuando surgió como una forma alternativa de pago y que se transformó paulatinamente a una criptodivisa hasta llegar a ser en la actualidad un criptoactivo, es decir, una forma de obtener rentabilidad.

Su precio ha sufrido diferentes variaciones, y últimamente alcanza los 60 mil dólares por bitcoin, refirió el universitario. La cantidad total emitida de esta es, hasta abril de 2024, de más de 19 millones, y el límite de emisión será de 21 millones.

La correspondiente en dólares es de billones; no obstante, de ese total se ha perdido el 20 por ciento de diversas maneras. El halving afecta la producción de bitcoins; el de este año es el cuarto que ocurre y la idea es quitar incentivos a los mineros para producir más criptomonedas; o sea, disminuir la oferta o el ritmo de crecimiento, para evitar que pierda poder adquisitivo y se mantenga estable.

El interés de más personas por adquirirla podría llevar a incrementos importantes de su valor. Y con el halving se espera que la producción de monedas virtuales se reduzca a alrededor de 400 diarias, dijo.

El precio del bitcoin, reiteró, se puede ver afectado por factores como los conflictos bélicos: de Europa, entre Rusia y Ucrania; y el de Medio Oriente, Israel-Palestina, los cuales pueden generar inestabilidad. Además, la política monetaria de Estados Unidos, y cómo maneja sus tasas de interés respecto a su inflación; o las “ballenas”, es decir, aquellos tenedores que poseen alrededor de mil bitcoins.

Ochoa León comentó que entre los retos que enfrenta esa criptomoneda se encuentran la protección al consumidor para que no lo estafen; la tributación, porque quienes la utilizan como medio de pago no están sujetos al cobro de impuestos; o los controles de tipo de cambio y administración de flujos de capital, porque no se puede controlar su vaivén, al ser una moneda privada.

Cuando uno gasta su dinero en bitcoins, no hay garantías; por eso, más que como un ahorro, debe verse como una inversión que puede tener tanto ganancias o rendimientos favorables, como pérdidas pronunciadas, precisó Román Ochoa.

Wolf del Valle abundó que México ocupa el lugar 16 en el índice global de adopción de criptomonedas; ha habido un crecimiento, ya que pasó del lugar 44, en 2021, al 28, en 2022, y al decimosexto en 2023. Se estima que de la población que las usa, 21 por ciento utiliza bitcoins; se trata de jóvenes entre 18 y 34 años en 46 por ciento, y de personas entre 35 y 54 años en 31 por ciento de los casos.

El académico destacó que nuestro país es el segundo receptor de remesas, con 61 billones de dólares anuales, principalmente provenientes de la Unión Americana; “la plataforma Bitso México procesó 3.3 billones en remesas en criptomonedas de EU en 2022, es decir, 5.4 por ciento del total del mercado”.

Por ello es necesario tener una regulación y promover una cultura financiera alrededor de estos temas que son tan importantes para las familias mexicanas y la economía nacional.

En nuestro país, detalló, no hay regulación estricta; el Estado no tiene intervención, sino que las operaciones se realicen entre personas: alguien emite monedas virtuales y otra las compra. Tampoco hay un “tope” en el número de bitcoins que se pueden comprar, y es muy fácil adquirirlos, desde una computadora con una aplicación.

El integrante de la FCA expuso que puede haber una atracción de la gente más joven a este tipo de activos; pero no dimensionan el valor que puede llegar a tener un criptoactivo, porque son “ceros” y “unos”.

La mejor protección para tener finanzas sanas, aconsejó Wolf del Valle, es contar con un presupuesto familiar y personal que se pueda diversificar; hay que ahorrar en diferentes formas de inversión y “no poner todos los huevos en la misma canasta, sino que en esa canasta también haya manzanas o peras”, es decir, tener diferentes activos, bonos, fondos de inversión, acciones, etcétera.

Hay que pensar para qué se desea adquirir criptomonedas: como medio de pago, ahorro o inversión a largo plazo, y pensar “cuál es el riesgo que estoy dispuesto a aceptar”. Hay que informarnos y diversificar para protegernos del riesgo, concluyó.

Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_286.html

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