- Por su patrimonio natural, México se ubica entre los primeros cinco lugares en el orbe
- Hoy se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad, instituido por la ONU en el año 2000
Poco más de 90 por ciento de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) han sido efectivas para prevenir la deforestación, revelan los primeros resultados de un estudio encabezado por el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Víctor Sánchez Cordero.
En ocasión del Día Internacional de la Biodiversidad, que se celebra el 22 de mayo, el especialista en biología y conservación recuerda que México es uno de los más importantes en cuanto a biodiversidad, por su patrimonio natural mostrado en el número de especies de vertebrados, plantas vasculares y especies endémicas de estos grupos biológicos, que lo ubica entre los primeros cinco lugares a nivel mundial.
Sánchez Cordero argumenta: Esto claramente evidencia que en los últimos 30 años el gobierno mexicano ha realizado una labor destacada para lograr la meta de que las ANP funcionen correctamente y sean los instrumentos más importantes de conservación que prevengan o detengan la deforestación y, por lo tanto, sean garantes de conservar la biodiversidad.
El presidente de la Lista Verde de ANP-México, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, considera que este resultado confirma la enorme y excepcional riqueza de patrimonio natural que tenemos en la biodiversidad, por lo que el reto es preservarlas.
Desde hace tiempo se ha documentado en el orbe que el establecimiento de las ANP es para prevenir la deforestación y, por lo tanto, proteger la biodiversidad y la función ecológica de las especies en los diferentes ecosistemas.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, nuestro país cuenta con 226 de esos sitios, de los cuales 187 son exclusivamente terrestres, 31 terrestres-marinos y ocho exclusivamente marinos. Y para probar su trabajo, en 2010 en el laboratorio Sánchez Cordero realizó un primer análisis de dichos lugares del periodo 1993 a 2002, en el que se revisaron los niveles de deforestación dentro de las ANP y áreas equivalentes fuera de ellas.
Se reveló que más de tres cuartas partes fueron efectivas en prevenir la deforestación, inclusive en algunos casos se fomentó la reforestación, y solo en el 25 por ciento de las analizadas se observó mayor deforestación dentro, respecto a lo que sucede en su exterior.
Por ello, el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores alertó en su momento a las autoridades sobre la necesidad de hacer énfasis en el trabajo de las ANP que no estaban funcionando correctamente.
Actualmente, con apoyo del Fondo Mexicano de Conservación de la Naturaleza, Sánchez Cordero y Daniel Auliz, posdoctorante del IB, realizan un segundo estudio que compara la deforestación del año 2000 al 2019, en 85 Áreas. Los primeros resultados indican que poco más de 90 por ciento de estas fueron efectivas en prevenir la deforestación, en comparación con equivalentes que no están protegidas.
Es decir, la mayoría de las que analizamos fueron efectivas, y varias mostraron prevención en la deforestación y reforestación importante. Estos resultados representan una mejoría sustantiva en su manejo, al pasar de 75 a 90 por ciento de efectividad, resalta.
Revisar la frecuencia en la que se presentan fenómenos como incendios, inundaciones o sequías dentro de estas Áreas, es uno de los factores que Sánchez Cordero y su equipo continuarán analizando.
En el año 2000, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 22 de mayo como Día Internacional de la Biodiversidad, con el propósito de concientizar sobre la importancia de su conservación y uso sustentable. En 2024 el organismo internacional enfatiza el lema: “Sé parte del plan”, como un llamado a la acción conjunta para detener la pérdida de biodiversidad.
Por ello, el universitario afirma: Es necesario sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de las ANP en México. Por ejemplo, ahora que hay un problema de desabasto de agua sabemos que son, en numerosos casos, captadores de agua de lluvia que permiten que el líquido permee a los mantos freáticos y, de esta manera, haya mayor disponibilidad.
Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_387.html