• Siete factores relacionados con el entorno, la cuestión social, económica o política nos hacen vulnerables a desarrollarla en AL, explicó Yazmín Macotela Guzmán
  • Para 2035 más de la mitad de los adultos en el mundo tendrán obesidad o sobrepeso
    Los principales determinantes para el sobrepeso en México y América Latina (AL) son sistémicos, ya que dependen del entorno social y económico, mientras que una proporción menor son individuales -entre ellos la genética-, y otra forma parte del comportamiento contextual, revela una revisión publicada en la revista Nature Metabolism, en la cual participa la investigadora del Instituto de Neurobiología de la UNAM, Yazmín Macotela Guzmán.

Para este trabajo, en el que intervinieron también Marcelo Mori y Licio Velloso (ambos de la Universidade Estadual de Campinas, Brasil) y Sandra Roberta Ferreira (Universidad de Sâo Paulo), se revisaron los registros de salud generados en nuestro país, Chile, Argentina, Brasil y Colombia al ser las naciones que agrupan 70 por ciento de la población de AL y donde hay graves situaciones de prevalencia de obesidad.

Antes se tenía la falsa creencia de que la obesidad era un problema individual por la falta de voluntad y de elección propia, afortunadamente esta visión ha cambiado, pues al evaluar el tema a fondo es posible darse cuenta de que no es así. En esta revisión los expertos propusieron ocho determinantes, de estos siete son sistémicos, entre ellos el ambiente, la cuestión social, económica o política que nos hacen vulnerables a desarrollarla, mientras que solo la genética es algo individual, detalló.

La universitaria recordó que México tiene un gran liderazgo en cuanto a estudios epidemiológicos y en el desarrollo de políticas públicas, lo que se muestra en las encuestas nacionales de Salud y Nutrición (ENSANUT) –la más reciente de ellas de 2022–, la cual indica que en nuestro país viven con sobrepeso u obesidad 75 por ciento de los adultos, 41 por ciento de los adolescentes y 35 por ciento de niñas y niños.

Los resultados del estudio establecen que Chile, México y Argentina tienen mayor prevalencia de ambos padecimientos en la región, mientras que de los cinco países analizados Brasil y Colombia son los que menos presentan esta problemática.

La experta cuestionó por qué si hay amplia investigación en el mundo y numerosas asociaciones dedicadas al tema, las cifras crecen de forma alarmante, pues se estima que para 2035 más de la mitad de los adultos del orbe tendrán obesidad o sobrepeso.

Las circunstancias ambientales detectadas como detonantes del sobrepeso en Latinoamérica son encabezadas por el ambiente alimentario, el cual es determinado por la publicidad agresiva para la omnipresencia de alimentos ultraprocesados, hipercalóricos y de bajo valor nutricional; además del físico, que se ha transformado durante los últimos 50 años derivado del cambio climático, la deforestación y los contaminantes ambientales.

Otros aspectos son los intereses económicos y políticos que históricamente han favorecido a las grandes empresas de la industria de la comida chatarra, por encima de la salud de la población; así como la inequidad social, que impide que las personas tengan un ambiente apto para actividades al aire libre, el deporte, acceso a alimentos nutritivos y educación.

En el problema también incide el acercamiento limitado al conocimiento científico, pues los gobiernos deben ser conscientes de que entre más investigación se realice con respecto a la obesidad en todos los ámbitos -moleculares, genéticos y socioeconómicos-, mayores beneficios se obtendrán, especialmente en las poblaciones de Latinoamérica.

Además, los hábitos y costumbres de una población a lo largo del tiempo, donde la cultura culinaria ancestral se ha contaminado con prácticas como el consumo de refrescos; también está el contexto que incluye la actividad física, modo de alimentarse, horarios de trabajo, alteración del reloj biológico, así como estrés y salud mental.

El último factor sugerido por el equipo de investigadores es la genética que, si bien tiene un papel en la predisposición a desarrollar obesidad, es rebasado por la preponderancia de los otros determinantes.

De acuerdo con Macotela Guzmán, si se quiere actuar contra esta problemática es necesario hacerlo de forma colectiva mediante las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana para la Salud, al generar cambios en el estilo de vida en la comunidad, hacer asequible la alimentación saludable, promover la actividad física y reducir la desigualdad social.

En el artículo (https://www.nature.com/articles/s42255-024-00977-1) también se resaltó el liderazgo de México en la implementación de políticas públicas que buscan prevenir la obesidad: el etiquetado de advertencia de alimentos y bebidas, reformas a las leyes para prohibir la venta y publicidad de productos ultraprocesados en las escuelas, las nuevas guías alimentarias para la población mexicana basadas en evidencia científica, así como la ley recientemente aprobada de alimentación adecuada y sostenible.

Propuestas

La científica precisó que en el tema es importante aumentar el número de investigaciones y la visibilidad de la ciencia realizada en Latinoamérica, estimular la cooperación internacional, promover la educación científica y divulgar el conocimiento en la materia.
Para Macotela Guzmán el objetivo es enfocar los esfuerzos en mujeres en edad reproductiva y en infantes, promover la lactancia materna exclusiva y hábitos de alimentación saludable, generar políticas para prevenir el consumo de productos ultraprocesados en niñas y niños, pues de acuerdo con estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud, en nuestro país la mitad de los nacidos a partir de 2010 desarrollarán diabetes a lo largo de su vida.

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Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_280.html

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