- Se pensaba que el sistema S1 tenía una masa de aproximadamente seis masas solares; nuevos cálculos indican que es de 4.1, reveló estudio liderado por científicos de la UNAM
- Este trabajo podría refinar los modelos teóricos de evolución estelar temprana, detalló Jazmı́n Ordóñez Toro
En la medición más precisa de las características del sistema binario S1, investigadores del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, campus Morelia, determinaron que la masa de la estrella principal de este objeto es de 20 a 50 por ciento menor a lo estimado previamente.
Mediante el estudio -conformado por la doctorante en Astrofísica del IRyA, Jazmı́n Ordóñez Toro, los investigadores Laurent Raymond Loinard y Luis Felipe Rodríguez Jorge; así como Sergio A. Dzib, del Instituto Max Planck en Alemania- revisaron los objetos ubicados en una región de formación estelar en la dirección de la constelación de Ofiuco, a aproximadamente 450 años-luz de distancia de la Tierra.
Ordóñez Toro explicó que un sistema binario es el nombre que reciben dos estrellas que orbitan una alrededor de la otra. En este caso de S1 se revisaron casi dos décadas de datos, incluyendo 28 conjuntos de información obtenida previamente, y 7 observaciones recientes del proyecto Dynamical Masses of Young Stellar Multiple Systems with the VLBA Project (DYNAMO–VLBA). Todas ellas utilizando el Very Long Baseline Array (VLBA) en Nuevo México, Estados Unidos.
Uno de los parámetros fundamentales para conocer la estructura, dinámica y diversas características de un astro es su masa; al saberla es posible derivar otras variables que nos dan más información del comportamiento, estructura, evolución y formación estelar, precisó la experta sobre el trabajo publicado en la revista The Astronomical Journal.
La forma general de estimar la masa es con modelos de evolución estelar, que son predicciones basadas en indicadores como la luminosidad. Para hacerlo con más certeza se usan los sistemas binarios, ya que al conocer su dinámica orbital es posible obtener la información de manera directa y precisa, comentó la también maestra en Ciencias por la Universidad de Guanajuato.
El sistema S1 ha sido observado a partir de la década de 1990 en diversas longitudes de onda; se sabe que son cuerpos celestes jóvenes; es decir, están en sus primeras etapas de desarrollo, por lo que son difíciles de ver con un telescopio de luz visible y por eso se utilizan equipos para observar el espectro infrarrojo. Originalmente, los modelos indicaban que la estrella principal es de aproximadamente seis veces la masa del Sol.
Pero el equipo de investigación liderado por Ordóñez Toro utilizó una técnica llamada interferometría de línea de base muy larga (Very Long Baseline Interferometry, VLBI), que combina los datos de diferentes radiotelescopios distribuidos a grandes distancias entre sí. Este método permitió determinar que el astro mide solamente 4.1 veces la del astro rey, significativamente menor de lo estimado.
De acuerdo con la investigadora, la evaluación muestra la importancia de utilizar técnicas avanzadas y observaciones a largo plazo para explicar las incógnitas de la formación de las estrellas, pues el trabajo redefine nuestra percepción de S1 y podría tener implicaciones significativas para refinar los modelos teóricos de evolución estelar temprana en el rango de masas intermedias.
En la investigación también participaron Gisela Ortiz-León, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica; Marina A. Kounkel, de la Universidad North Florida; Josep M. Masqué, de la Universidad de Guanajuato; N.X. Medina, del German Aerospace Center; Phillip Galli, de la Universidade Cicade de Sao Paulo; Trent J. Dupuy, de la Universidad de Edimburgo; y Luis H. Quiroga-Núñez, del Florida Institute of Technology; todos ellos como parte del proyecto DYNAMO–VLBA.
—oOo—
Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_464.html