- Tamara Martínez Ruíz, Rosaura Ruiz Gutiérrez, Ana Rosa Barahona Echeverría y Ambrosio Velasco Gómez comentaron sobre este tema durante la clausura del Coloquio “Historia, Filosofía y Evolución 2024”
“El trabajo de diálogo entre diversas disciplinas y puntos de vista fomenta la pluralidad, la cual es básica para generar conocimiento riguroso y útil a la sociedad”, afirmó la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Tamara Martínez Ruíz.
Durante la clausura de los trabajos del Coloquio “Historia, Filosofía y Evolución 2024”, organizado por las facultades de Ciencias (FC) y de Filosofía y Letras (FFyL), destacó que la pluralidad y el diálogo deben ser la base para transformar y emprender acciones.
“Necesitamos restaurar la interdisciplinariedad, pues una sola disciplina es sesgada y limitada”, sostuvo en el evento moderado por Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort, directora de la FFyL.
Martínez Ruíz celebró que en la Universidad Nacional se fomenten espacios de convergencia entre las facultades y los diversos seminarios, como los tres que participaron en la organizaron de esta actividad académica: Universitario de Historia, Filosofía y Estudios de las Ciencias y la Medicina (SUHFECIM); Universitario de Evolución (SUE); y Universitario de Problemas Científicos y Filosóficos (SUPCF).
Con este Coloquio, dijo, estamos llamados a reflexionar sobre el papel central que la Universidad debe representar ante los retos del presente y el futuro. “Lo que aquí se ha discutido no puede quedarse como un ejercicio intelectual, sino que debe ser la base para diseñar y ejecutar acciones que transformen nuestras realidades, por ejemplo, en las aulas y en la educación”.
En su oportunidad, la coordinadora del SUE y titular de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del gobierno de la República, Rosaura Ruiz Gutiérrez, destacó: la evolución de las especies no es una teoría, está demostrada como un hecho y trata de explicar cómo surgió la vida y cómo se ha diversificado.
Las especies estamos separadas por la propia naturaleza, y la humana está distanciada de otras con las que no se puede mezclar, aunque en otros casos sí hay hibridación, acotó ante el secretario técnico del SUE, Ricardo Noguera Solano.
Entre las personas, prosiguió, no existen razas sino pequeñas variantes de color de piel y tipo de cabello, y propuso ampliar el análisis académico sobre ese tema.
Al hacer uso de la palabra, Ana Rosa Barahona Echeverría, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM y coordinadora del SUHFECIM, apuntó que debe haber una discusión amplia sobre la enseñanza de la evolución, un tema fundamental que se tiene que compartir desde las primeras etapas de enseñanza.
“La evolución como teoría (de la selección natural), como hecho (que sostiene que existen linajes evolutivos que están descritos, por ejemplo, en las eras geológicas) y como camino (que continúa sus modificaciones a lo largo del tiempo) ha cobrado bastante interés a partir de la publicación del libro ‘El origen de las especies’, de Charles Darwin en 1859”. A partir del siglo XX, esta teoría ha tenido fuertes influencias en la psicología evolutiva y la medicina darwiniana, señaló.
En tanto, el coordinador del SUPCF, Ambrosio Velasco Gómez, manifestó que la evolución no se trata de una teoría, sino de un metaparadigma donde las disciplinas coinciden en el tema de la vida.
“Desborda el campo de la biología hacia ámbitos sociales, históricos, económicos, políticos, geográficos y ecológicos que tienen en común el tema fundamental de la vida”, concluyó.
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Artículo recuperado originalmente de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_764.html