- El rector Enrique Graue inauguró nuevas instalaciones en las sedes de Temixco y Cuernavaca
- El edificio de la Licenciatura de Ingeniería en Energías Renovables permitirá atender a más alumnas y alumnos, explicó Jorge Alejandro Wong Loya
- Es un “laboratorio viviente” del uso de energías limpias, dijo Marina Elizabeth Rincón González
- El Instituto de Biotecnología cuenta con nuevos laboratorios para realizar investigaciones de inmunología y virología, expuso la directora Laura Alicia Palomares Aguilera
El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, recorrió nuevas instalaciones de los institutos de Energías Renovables, y de Biotecnología, en Morelos, las cuales contribuirán a ampliar la matrícula en la entidad y a fortalecer las labores de investigación y docencia.
En el Instituto de Energías Renovables (IER), localizado en Temixco, el rector Enrique Graue conoció el nuevo edificio de docencia de la Licenciatura en Ingeniería en Energías Renovables, en el cual se incrementará el número de estudiantes que se reciben por generación, para pasar de 30 alumnas y alumnos a entre 40 y 80.
Así lo expuso el coordinador de dicha licenciatura, Jorge Alejandro Wong Loya, acompañado por la directora del IER, Marina Elizabeth Rincón González, quien puntualizó que el inmueble es un “laboratorio viviente, pues tiene un diseño bioclimático que considera su posición con respecto al Sol y el movimiento del viento en la zona.
“Se diseñó mediante estrategias de bajo o cero consumo de energía como la ventilación cruzada, para refrescar aulas y salas. En otras zonas se utilizará enfriamiento evaporativo -con aspersores se generarán pequeñas gotas de agua que al paso del viento las evaporará y bajará la temperatura del mismo viento-”, explicó al rector de la UNAM; al coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín; y al secretario Administrativo, Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria.
Además, se instalarán tuberías por donde circule agua a baja temperatura para el enfriamiento de techos, lo cual ayude a que el calor generado por las personas o los equipos se disperse, añadió Wong Loya.
El inmueble estará instrumentado para que las y los alumnos apliquen sus conocimientos, ver en funcionamiento lo aprendido en sus asignaturas. En la azotea se tendrán espacios para instalar equipos didácticos generados por los investigadores del IER y donde se muestren las diversas energías renovables.
“Se están desarrollando mucho estas energías y aquí tenemos esta ingeniería. Esta no es la carrera del futuro, sino de hoy. Pueden venir a estudiar aquí, es una gran oportunidad para las y los jóvenes de Morelos, de la Ciudad de México y de todo el país. Tenemos alumnos de todo el país”, remarcó.
En su oportunidad, el director general de Obras y Conservación de la UNAM, Xavier Palomas Molina, comentó que abarca cerca de cuatro mil metros cuadrados, divididos en sótano y dos niveles; se construyó apegado a las características bioclimáticas diseñadas por los investigadores del IER. Por ejemplo, la altura de los entrepisos es más alta que en un edificio normal, a fin de mantenerlo fresco, sin usar aire acondicionado.
Cuenta con un sótano donde hay un estacionamiento, cisternas, cuarto de máquinas, servicios eléctricos y telecomunicaciones. En la planta baja hay una plaza principal, un comedor, cuatro oficinas administrativas, sala de cómputo y de impresión 3D, además de áreas de trabajo grupal.
En el primer nivel hay laboratorios, aulas y áreas de trabajo individual; se prevé que en breve se construya un nivel adicional, agregó el funcionario.
Más espacios de investigación
En el Instituto de Biotecnología (IBt), en Cuernavaca, el rector Enrique Graue visitó la ampliación del edificio norte de laboratorios -de mil 760 metros cuadrados- que consta de cuatro niveles en los que albergará ocho nuevos laboratorios, donde se llevarán a cabo estudios de inmunología, virología, microbiomas, entre otros, enfatizó la directora Laura Alicia Palomares Aguilera.
Ante el rector Graue, Lee Alardín, Álvarez Icaza Longoria y el exdirector del IBt, Tonatiuh Ramírez Reivich, la directora afirmó: beneficiará a las y los investigadores, así como a estudiantes, a fin de que realicen sus labores en mejores condiciones.
En cada nivel habrá dos secciones para albergar laboratorios y también cubículos. Además, hay espacios complementarios compartidos como campanas de flujo laminar, áreas de reactivos y balanzas, electroforesis, zonas de cultivo controlado mediante esclusas, entre otros.
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Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_669.html