- En ocasión del 25N, María de la Luz Jimena de Teresa de Oteyza, Lorena Rodríguez León, Martha Alejandra Tepale Gómez, Herminia Pasantes Ordóñez y Areli Cano Guadiana expusieron sus experiencias en sus respectivos campos profesionales, como parte de la charla “Mujeres Universitarias. Rompiendo techos de cristal”
Hombres y mujeres deben ponerse “las gafas violetas”, es decir, observar el mundo considerando las desigualdades de género, los roles y estereotipos socialmente asignados para evaluar de la misma manera a los otros, coincidieron investigadoras y expertas de la UNAM al participar en la charla “Mujeres Universitarias. Rompiendo techos de cristal”.
María de la Luz Jimena de Teresa de Oteyza, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, destacó que es necesario valorar mejor el trabajo de la mujer profesionalmente. Por ejemplo, quien hizo que se compartan y compriman imágenes a través de los celulares, fue una mujer.
La también investigadora del Instituto de Matemáticas señaló que a ellas se les pide siempre más, permanentemente deben demostrar que son mejores o tan buenas en su labor como los varones, pero a ellos no se les evalúa de la misma manera.
De Teresa de Oteyza comentó: debemos ser conscientes de los sesgos al momento de calificar y promover. Mirar con “gafas violetas” ayuda; hay que promover la diversidad porque esta nos enriquece.
Durante la reunión -organizado por la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Secretaría Administrativa y las Comisiones Internas para la Igualdad de Género (CInIG)- la moderadora del encuentro, Martha Alejandra Tepale Gómez, representante de esta instancia, consideró fundamental que las jóvenes vean que se pueden romper los llamados techos de cristal.
Al hacer uso de la palabra, la directora de la Facultad de Economía, Lorena Rodríguez León, explicó que todavía existen brechas que no se han logrado cerrar, por ejemplo que las mujeres ganan 40 por ciento menos que los hombres, y que es menor el número de quienes ocupan puestos públicos en comparación con los varones.
La economista reconoció que en la UNAM se ha avanzado, pero todavía hay mucho por recorrer. Por ejemplo, la Junta de Gobierno de la Universidad está integrada por varias mujeres, esto impacta a la comunidad y envía un mensaje hacia la sociedad.
Además, en el país se requiere un cambio en las políticas públicas, como fomentar la participación de ellos en la crianza de hijas e hijos, pero es difícil si solo se les otorga cinco días de licencia para cuidados del bebé. En cambio, en naciones como Alemania tienen hasta 12 meses.
Al respecto, enfatizó, la propuesta de crear el Sistema Nacional de Cuidados puede ser clave para eliminar aquellos factores que limitan el crecimiento de las mujeres.
En tanto, Herminia Pasantes Ordóñez, investigadora Emérita del Instituto de Fisiología Celular, resaltó que en el tiempo que estudió eran pocas las que accedían a una formación universitaria y aun menor el número de aquellas que pudieran trabajar, pues se consideraba que él era el único proveedor.
Ante académicos, investigadores y funcionarios reunidos en el auditorio de la Torre de Rectoría, la investigadora apuntó que uno de los cambios importantes es que cada vez más varones apoyan en el cuidado de las y los hijos, algo impensable en la década de los 50 del siglo pasado.
Pasantes Ordóñez descartó que le gusten las cuotas y premios exclusivos para mujeres, hay que competir con ellos y ganarles por ser buena científica. Creo que realicé contribuciones fundamentales en mi campo de investigación, pero lo principal es que las jóvenes me vean y sepan que sí se puede.
Durante la reunión realizada con motivo del 25N -Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer- Areli Cano Guadiana, directora general de Transparencia en la Auditoría Superior de la Federación, enfatizó que si bien fue parte de una cuota de género, es necesario evaluar mejor, observar las capacidades y privilegiar la experiencia y el servicio.
Nos corresponde ser ejemplo para las generaciones futuras. Ambos géneros debemos tener en cuenta la dignidad de las personas y con base en eso respetarnos mutuamente, afirmó.
Artículo recuperado de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2024_873.html