• El 24 de octubre se celebra el 76 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas
• Participan en ella 193 países, basados en el respeto a la soberanía de los Estados y la no intervención en asuntos internos, subraya Yadira Gálvez Salvador
• México ha colocado temas importantes en la agenda internacional como la desnuclearización
En un mundo que enfrenta problemas trasnacionales y en el que los países suelen retraerse para atender sus propios desafíos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) continúa como el máximo foro internacional para la cooperación, la paz, la seguridad, el multilateralismo y la gobernanza global.
Así lo asegura la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Yadira Gálvez Salvador, quien afirma que este organismo fundado hace 76 años es valioso para enfrentar los retos de paz y la seguridad, así como para, a través de consensos y acuerdos, alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible 2030 e incluso, para apoyar a los países a superar la pandemia por la COVID-19.
“La ONU es hoy en día la organización más grande en cuanto a membresía, con la participación de 193 países y ha mantenido su compromiso de atender los temas comunes de la comunidad internacional, a partir de principios básicos: el respeto a la soberanía de los Estados, la no intervención en los asuntos internos, la solución pacífica de las controversias y el abstenerse del uso de la fuerza para resolver las diferencias” explica.
“Es el foro por excelencia de la cooperación para el desarrollo”, insiste la también doctora en Ciencias Políticas y Sociales, quien recuerda que esta instancia surgió después de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo central de preservar la paz y la seguridad internacionales.
Con motivo del Día de las Naciones Unidas que se celebra el 24 de octubre, la experta universitaria reconoce que hay quienes cuestionan el actuar de este organismo ante crisis humanitarias -como en Yemen, Siria o Haití-, la toma de decisiones en su interior y las diferencias entre el poder del Consejo de Seguridad y la Asamblea General; la dificultad de plasmar los compromisos en acciones concretas, así como los temas sobre su financiamiento.
Sin embargo, señala, el escenario global sería más complicado sin ella. “Es una ventaja tenerla, en la medida en que custodia tratados internacionales y facilita el entendimiento y la cooperación. Su papel ha sido central para atender de manera conjunta asuntos tan diversos como los derechos humanos, las migraciones, el cambio climático o el desarme”.
A través de áreas específicas de acción, agrega, es un actor clave de la gobernanza global. Además, cuenta con diversos organismos y programas que lograron posicionarse a nivel internacional como confiables, en temas como el desarrollo sostenible, la no proliferación de armamento, el papel de las mujeres en materia de paz y seguridad, los derechos de las mujeres y las niñas, etcétera.
Propuestas de reforma
Desde hace varios años, detalla Gálvez Salvador, se ha propuesto una reforma profunda de la ONU; países como México y Francia promueven limitar el derecho de veto que tienen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad; otras naciones se manifiestan por ampliar el número de participantes en el Consejo, a fin de hacerlo más plural, y hay quienes proponen revisar su financiamiento.
La investigadora del Centro de Estudios Europeos de la FCPyS agrega que el propio secretario General de la ONU, António Guterres propuso hacer más eficientes las respuestas ante emergencias y apostar por la paz sostenible, generar mayores capacidades para lograr la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, y llevar a cabo una reforma de gestión relacionada con cuestiones administrativas, de transparencia y rendición de cuentas.
“México, junto con países de América Latina, ha buscado apoyo en Estados miembros de la Unión Europea que apuestan al fortalecimiento de la Organización y del multilateralismo”, señala.
Participar de la agenda mundial
Naciones Unidas es también el espacio en el que naciones como México -que no son militarmente fuertes- lograron promover agendas importantes para el ámbito mundial. Frente a los problemas globales, las respuestas deben ser multilaterales.
“Nuestro país es un referente de temas tan relevantes como el desarme y la desnuclearización. El Tratado de Tlatelolco es un reflejo de estas capacidades diplomáticas. Hoy México ocupa un lugar como miembro no permanente del Consejo de Seguridad y promueve una agenda que, entre otros temas, incluye la protección de las personas en los conflictos y la lucha contra el tráfico de armas pequeñas y ligeras”, subraya la académica.
La gestión de la pandemia y su recuperación es uno de los temas centrales de la agenda de trabajo de la ONU, añade la experta. Si bien superar la crisis sanitaria depende mucho de las capacidades de cada nación, también es importante el acceso que tenga a los insumos médicos y las vacunas.
En ese sentido, comenta, la iniciativa Covax, para el acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19, ha sido fundamental para que el biológico llegue a países que no tienen capacidades para desarrollar sus propias vacunas o que tienen limitaciones económicas para adquirirlas en el mercado. Ejemplo de ello son naciones de América Latina y África.
El objetivo de esta iniciativa es lograr la vacunación, por lo menos, de 20 por ciento en la población de los países participantes. Covax es coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias y la Alianza GAVI, financiada por Noruega, Japón, la Unión Europea, y fundaciones como la Bill y Melinda Gates, por ejemplo.
“Covax es un mecanismo para la gobernanza global, en el que participan organizaciones internacionales, sector privado a través de la filantropía, Estados y, por supuesto, los laboratorios, con la finalidad de que las vacunas lleguen a estas poblaciones”, acota Gálvez Salvador.
Adicionalmente, la ONU hizo un llamado y un protocolo para que también se vacune a los migrantes, que representan otra crisis en países como México.