• En 2020 la UNAM efectuó cerca de ocho mil actividades en esta materia en beneficio de más de un millón y medio de personas, asegura Alberto KenOyama Nakagawa, secretario de Desarrollo Institucional
• Se abordarán temas fundamentales como la explotación de recursos naturales, preservación del medio ambiente, fuentes de energía y transición energética: William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica
• Facilitará el acercamiento académico con instancias universitarias y otras instituciones, comenta Ricardo Barragán Manzo, director del IGl
Con el propósito de contribuir a cubrir las necesidades de enseñanza-aprendizaje actuales en el área de Ciencias de la Tierra, la UNAM puso en marcha la nueva Unidad de Educación Continua y a Distancia del Instituto de Geología (IGl).
En este espacio educativo se podrá complementar la formación curricular, profundizar y ampliar conocimientos. La UNAM se encuentra ante una demanda educativa de instituciones y públicos heterogéneos que buscan, a través de medios presenciales o a distancia, incrementar sus conocimientos y habilidades para la generación de ventajas competitivas.
“Hay un lema que refleja muy bien lo que es la educación continua: educación para toda la vida, porque nunca terminamos de aprender ni de enseñar y eso es muy importante. No está solamente dirigido a nuestra comunidad, sino a toda la sociedad mexicana y a cualquier auditorio del mundo, afirmó Alberto Ken Oyama Nakagawa, secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM.
Al inaugurar la Unidad en ceremonia virtual, señaló que los temas que tratará el IGl en este espacio educativo tienen que ver con nuestra sobrevivencia como especie, con la conservación del planeta y son una posibilidad para establecer vínculos con otras instituciones y sociedades nacionales y extranjeras.
Destacó que la Red de Educación Continua (REDEC) de la UNAM cuenta con más de 120 entidades distribuidas en México, a la cual se conectan los responsables de las sedes universitarias en otros países.
“En el 2019, cuando todavía teníamos actividad presencial, tuvimos casi 11 mil actividades entre todo el staff, que tuvieron un impacto en más de un millón de personas, con más de 32 mil ponentes. En 2020 tuvimos menos actividades, cerca de ocho mil, pero el impacto subió a más de un millón y medio de personas en México y el extranjero, aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación”, subrayó.
William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica, destacó que “la educación continua y a distancia tiene una trayectoria larga en la UNAM, pero nunca imaginamos la importancia que tendría después de un año de pandemia, donde hemos sido obligados a desarrollar toda una serie de actividades a distancia”.
Aclaró que no se trata simplemente de trasladarse a los medios digitales para hacer lo mismo que en un salón de clases o un auditorio, sino de utilizar herramientas y metodologías, conocimientos y maneras de transmitirlo, que hay que aprender y aplicar.
Las experiencias educativas durante la pandemia ayudarán a tener mejores prácticas y mayor impacto para la sociedad y el país en los años por venir, consideró.
En el caso del IGl, Lee Alardín refirió sus temas fundamentales para los próximos años: explotación de recursos naturales, preservación del medio ambiente, fuentes de energía (con su prospección, uso y desarrollo), así como la transición energética que se debe hacer en el país y a nivel global.
Ricardo Barragán Manzo, director del IGl, recordó que la REDEC de la UNAM se compone por más de 100 instancias representadas por facultades, escuelas, institutos, centros, programas universitarios y otras dependencias de la Universidad.
“Éstas son el vehículo que esta casa de estudios utiliza para acercar oferta educativa de actualización, especialización y profesionalización abierta tanto a personas como a organizaciones que requieren de actividades de transferencia de conocimiento de la más alta calidad que se encuentren alineados con las necesidades del mundo de hoy”, manifestó.
La Unidad de Educación Continua y a Distancia, prosiguió, es un instrumento que facilitará el acercamiento académico con las distintas instancias universitarias, sociedades científicas nacionales e internacionales y con los sectores privado y gubernamental.
El objetivo a mediano y largo plazos es generar condiciones educativas de calidad, compromiso y responsabilidad social, con un enfoque global para el beneficio de las comunidades estudiantiles y profesionales