• En México afecta a 20 mil personas, informó el coordinador de Neurología, en la División de Posgrado de la UNAM, Felipe Vega Boada
• Su prevalencia ha crecido de 1.6 a 18 casos por cada 100 mil habitantes, de 1970 a 2017, agregó
• Es un mal progresivo, para el cual aún no hay cura y se requiere más investigación, señaló la académica de la ENES Juriquilla, Mónica López Hidalgo
En nuestro país se estima que hay aproximadamente 20 mil personas con esclerosis múltiple que afecta principalmente a la población de entre 15 y 45 años, además de que predomina principalmente en las mujeres, toda vez que hay tres de ellas enfermas por cada hombre, afirmó el coordinador de Neurología en la División de Posgrado de la UNAM, Felipe Arturo Vega Boada.
Expuso que a nivel mundial, entre tres y cinco millones de personas la padecen. “Probablemente es la enfermedad neurológica que ocasiona mayor discapacidad en el adulto joven”.
Con él coincidió la investigadora del Instituto de Neurobiología y académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Juriquilla, Mónica López Hidalgo, quien explicó que esta enfermedad crónica del sistema nervioso central es progresiva y aún no hay cura, por lo que las familias viven una situación alarmante.
El 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple que este año tiene como lema ‘Me conecto, nos conectamos’, a fin de derribar las barreras sociales que generan soledad y aislamiento social entre las personas que la padecen.
Más casos
Vega Boada, también profesor titular de Neurología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó que su prevalencia se ha incrementado en nuestro país ya que en la década de los setenta era de 1.6 casos por cada 100 mil habitantes y en 2017 subió a 18 casos por cada 100 mil habitantes. A nivel mundial es de entre 50 a 300 casos por la misma tasa de habitantes.
Además, expuso, es un padecimiento costoso: un paciente puede gastar en su vida hasta cuatro millones de dólares; es decir, 80 millones de pesos en su tratamiento.
“Gran parte está destinada a fármacos, que se han modificado con el paso del tiempo, algunos son muy antiguos; sin embargo, en la actualidad hay inmunosupresores de última generación, del tipo de los fármacos biológicos o anticuerpos monoclonales de alta tecnificación, eficacia y, obviamente, alto costo. El gasto anual puede oscilar en el millón de pesos y deben consumirse por tiempo indefinido, no sabemos cuándo detenerlo”. Otra ruta de investigación y resultados alentadores se basa en el trasplante de células madre, señaló.
Lo importante, subrayó el especialista de la Facultad de Medicina (FM), es que a la esclerosis múltiple hay que darle un tratamiento lo más temprano posible, a fin de que genere menos secuelas en las personas y tenga mayor capacidad funcional
López Hidalgo, doctora en Ciencias Biomédicas, agregó que mientras más temprano se presenten los síntomas, se tiene un mejor pronóstico. Algunos de ellos son: problemas visuales, sensación de hormigueo en las extremidades, fatiga, deterioro cognitivo, alteraciones motoras, sensoriales y del lenguaje.
“Como los pacientes son jóvenes, no se esperan estos síntomas. Otro problema es que no son síntomas específicos de esta patología, por lo cual se pueden confundir con otros padecimientos y se retrasa el diagnóstico temprano”, dijo.
Posibles causas
Las neuronas tienen un cuerpo y un axón, que es la prolongación del primero. Los axones forman “tractos” que constituyen la sustancia blanca del cerebro y la médula espinal, cada uno de ellos cubierto por una “vaina” llamada mielina. Esta es la estructura que habitualmente, por factores autoinmunes se altera en la esclerosis múltiple y ocasiona un bloqueo en la conducción nerviosa, explicó Vega Boada.
Al afectarse cualquier parte del cerebro y de la médula espinal, puede generar una cantidad enorme de manifestaciones clínicas.
“Es altamente incapacitante porque por la médula espinal pasan prácticamente todas las conexiones del cerebro al cuerpo: cuello, extremidades superiores, tórax, extremidades inferiores. Una lesión en la médula espinal puede ser catastrófica y dejar al paciente cuadripléjico, en silla de ruedas. El grado de incapacidad se relaciona a la carga lesional o a lo estratégico de su localización”.
El experto expuso que hay dos teorías respecto a lo que origina esta enfermedad: una es la autoinmunidad, por la cual de forma equivocada el organismo produce anticuerpos contra las estructuras de la mielina generando su destrucción. Pese a que tienden a recuperarse, deja cicatrices denominadas esclerosis y se dice que es múltiple, porque están en varios sitios del sistema nervioso.
La segunda teoría invoca una causa infecciosa, post-infecciosa o parainfecciosa. Esto se basa en el hallazgo de distintos tipos de virus en algunos pacientes en la fase aguda de la enfermedad. Se piensa también que hay una mínima posibilidad de que esta sea una enfermedad genéticamente determinada.
Cuatro formas clínicas
La esclerosis múltiple tiene varias formas clínicas de presentación. Una puede ser síndrome clínico aislado, que es una manifestación neurológica, por ejemplo, como una neuritis óptica, en la que la persona deja de ver en 24 o 48 horas y después de varios días, va recuperando la vista. Puede no repetirse en la vida del enfermo.
Otra es que de manera repetitiva se registran síntomas neurológicos y habitualmente suelen mejorar. Esta forma se conoce como brote-remisión. “Mientras más brotes tenga, hay más posibilidades de que el paciente tenga secuelas”, comentó el experto universitario.
La tercera forma es la esclerosis múltiple secundaria progresiva que se manifiesta originalmente como brote-remisión, en un momento determinado adquiere un curso monofásico y progresa lentamente.
Finalmente está la forma primaria progresiva, la más peligrosa desde el punto de vista funcional. “Es cuando el paciente nunca tuvo un brote y nada más se va acumulando un daño neurológico, lentamente progresivo, hasta incapacitarlo”.
López Hidalgo insistió en la necesidad de seguir realizando investigación sobre esta enfermedad pues conocer por qué se presentan este tipo de enfermedades neurodegenerativas permitirá desarrollar mejores terapias; sobre todo, la calidad de vida de los pacientes.