Continúan los trabajos del Tercer Seminario Permanente de Emergencia Social Comunitaria
Es necesario entender y analizar las secuelas de la pandemia y las afectaciones a la salud mental desde una perspectiva de salud comunitaria y una visión ética del cuidado social, estimó la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Carmen Casas Ratia.

En ocasión de los trabajos del Tercer Seminario Permanente de Emergencia Social Comunitaria, que concluirá el próximo 13 de noviembre, comentó que este enfoque coloca a la entidad académica en una posición importante para el análisis más a fondo, a través de testimonios directos, de lo que las comunidades han vivido y siguen enfrentado en el contexto de la pandemia.

“Es fundamental reconocer y analizar con una nueva mirada estas tragedias, estas secuelas, estos procesos que hemos vivido en este transitar en la lucha constante por salir adelante, ante los duelos y las pérdidas de todo tipo: económicas, de salud, de empleo y de sueños, frente a una situación que no esperábamos y que nos tomó por sorpresa a todas y a todos”.

Seminarios como este, agregó, permiten abordar los escenarios de emergencia social por COVID-19, y aun cuando ya se levantó es un tema que se debe seguir estudiando de manera prioritaria.

“Tenemos cuestiones de contingencia ambiental que detonan este análisis para poder reflexionar cómo se viven estos temas en comunidad y cómo se están abordando desde lo social”.

Carmen Casas resaltó la necesidad de seguir generando análisis desde todos los frentes para generar también alternativas que provoquen nuevos diagnósticos disciplinarios que incluyan la prevención y la atención a la salud de nuevas enfermedades crónicas y riesgos psicosociales, para ir cortando y tejiendo un futuro mucho más halagüeño y un presente de mayores fortalezas.

Al hacer uso de la palabra, Leticia Cano Soriano, coordinadora del Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales, destacó que se busca apoyar y fomentar el desarrollo de la investigación fundamental y aplicada, la innovación tecnológica, así como la formación de grupos de investigación entre entidades académicas.

Subrayó la relevancia de la investigación desde el Trabajo Social, la cual es fundamental al ser una disciplina multidisciplinaria que, en proyectos como estos, engloba actualmente a poco más de 50 integrantes entre especialistas, becarias, becarios, investigadoras, investigadores, profesorado (tanto de asignatura como de tiempo completo), así como un trabajo interdisciplinario con lo cual se logra llevar a cabo un intercambio de saberes excepcionales.

Coincidió en que la emergencia social comunitaria permitió, desde otros encuadres teórico-metodológicos, comprender y entender qué tipo de intervenciones requieren y exigen hoy las complejidades sociales.

En su oportunidad, la profesora investigadora de la ENTS y coordinadora del seminario, Alejandra Monroy López, señaló la importancia de que las personas expresen sus emociones para mejorar la calidad de vida, no sólo en lo individual, sino también en lo colectivo.

Dijo que de manera cotidiana todas y todos vivimos situaciones difíciles y estresantes a nivel personal, como la pérdida de un ser querido, una ruptura familiar, el desempleo o la angustia que genera la inseguridad, la violencia de género, falta de acceso a la salud, entre otros aspectos; aunque las consecuencias emocionales de ello impactan inevitablemente en las relaciones sociales y, por lo tanto, en la sociedad.

“Alteran todas las dimensiones que nos conforman como seres humanos, me refiero a una dimensión biológica, psicológica, social y cultural, por eso es importante saber que esto provoca y afecta el estado de salud mental de bienestar en nuestros aspectos físicos, sí, pero, sobre todo, sociales y culturales, en la forma en cómo cada uno de nosotros y de nosotras podemos enfrentar también estas situaciones y cómo lo significamos en nuestra vida cotidiana”, afirmó.

Por ello, apuntó que se debe poner mayor énfasis en la salud mental y entender que es parte fundamental de las condiciones óptimas del ser humano, es decir, que no hay salud si no hay salud mental. Por ello debemos estar conscientes y fomentar “expresar nuestros sentimientos, nuestras emociones, lo que implica también saber interactuar con las y los otros”.

Lamentó que la salud mental no ha sido un tema de prioridad lo muestra, dijo, la poca información que hay, políticas públicas y el presupuesto que se destina a ello.

“Tenemos los registros claros que solamente el 2 por ciento del presupuesto de nuestro país se dedica y se enfoca a la salud mental, cuando organismos internacionales señalan que para atenderla tendría que ser por lo menos el 5 o 10 por ciento del presupuesto nacional”, concluyó.

Artículo recuperado originalmente de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_682.html

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *