• Verlos con renovada información es un ejercicio académico útil: Francisco José Trigo Tavera, coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales
• Se lleva a cabo la Semana de Inmersión Cultural Universitaria de México 2021, «Grandeza de México: 4 centenarios»; se abordan los acontecimientos ocurridos en 1321, 1521, 1821 y 1921
• Alberto Vital Díaz, director del CEPE, subraya que pocas ciudades han sido importantes en su fundación y caída como Tenochtitlan
• José Alejandro Velázquez Montes, director de UNAM-Alemania, dijo que el legado histórico de México es extenso y complejo
• El símbolo del águila sobre un nopal devorando a la serpiente se construyó en diversas etapas, relató Noemí Cruz Cortés, de la FFL
• Hablar de invasión significa despojar a México de su raíz hispana, señaló Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, del CEPE
Reflexionar, debatir sobre bases científicas y pruebas, a fin de revisar con nuevas visiones los hechos históricos de relevancia para México es el objetivo de la “Semana de Inmersión Cultural Universitaria de México 2021, “Grandeza de México: 4 centenarios”, en la cual participan expertos nacionales e internacionales.
La Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE) y el Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-Alemania, llevan a cabo este encuentro cultural a distancia, del cual Francisco José Trigo Tavera, coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales de esta casa de estudios, dijo:
Esta actividad recuerda los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan y los 500 años de su caída, así como los 200 años de la consumación de la Independencia, y una celebración propia de la UNAM: los primeros 100 años de la enseñanza del español y la cultura mexicana a través del CEPE.
El funcionario recalcó la relevancia de revisitar esos hechos; verlos con nuevas ópticas y nueva información siempre es un ejercicio académico útil y qué mejor que compartir la opinión de los expertos con gran cantidad de departamentos de estudios de cultura latinoamericana, particularmente en México, y con el público en general.
De tal modo, añadió Trigo Tavera, se organizó un encuentro rico en actividades donde se sumaron los esfuerzos del CEM UNAM-Alemania, ubicado dentro de la Universidad Libre de Berlín, y del CEPE, para fortalecer el programa académico cultural que se presentará durante una semana.
El director del Centro de Enseñanza para Extranjeros, Alberto Vital Díaz, recalcó que “grandeza” es una palabra clave en las actividades de la semana de inmersión cultural.
Detalló que se abordan cuatro momentos en las terceras décadas de los siglos XIV, XVI, XIX y XX. “Desde el siglo XXI revisitamos esas etapas que implicaron grandes transformaciones en la historia no sólo de lo que entonces fue Mesoamérica y ahora es México, sino en algún momento para el mundo entero”.
El filólogo y escritor señaló que pocas ciudades han sido importantes en su fundación y caída como Tenochtitlan, hechos acontecidos con dos siglos de distancia. Los especialistas debaten puesto que es un tema digno de reflexión, acerca del momento exacto de la fundación de la capital mexica y sus características. Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, entre otros, cuentan con elementos para asentar 1321 como el año de una fundación práctica y concreta.
Se revisa también lo ocurrido en 1821 y “desembocaremos contextualizando en otro año 21, el de hace 100 años, sobre José Vasconcelos que también tenía una reflexión y comprensión en torno a lo que significaba el legado y la presencia tanto del mundo náhuatl como de la Nueva España, hasta nuestros días”.
Tenemos todos los elementos para un diálogo abierto, para una celebración desde el punto de vista de la investigación, de la coordinación de trabajos, y de la complejidad de una serie de temas que nos atañen directamente porque tienen que ver con el origen de la nación, concluyó Vital.
En tanto, José Alejandro Velázquez Montes, director del CEM UNAM-Alemania, refirió que el legado histórico de una nación, hoy conocida como México, es extenso, complejo, pero sobre todo fascinante.
El programa que se ofrece en Grandeza de México: 4 centenarios, consta del mismo número de momentos de alto significado histórico. “Deseamos con esto motivar a aquellos departamentos de estudios con interés en América Latina, y en especial en México para que puedan conocer e identificar, a través de las ponencias, mesas de diálogo y preguntas, temas de interés que nos puedan llevar a una cooperación más profunda”, aseveró.
Elementos míticos
La fundación de México-Tenochtitlan reúne elementos históricos y míticos, algunos que ocurrieron físicamente y otros con carga simbólica, explicó Noemí Cruz Cortés, profesora del Colegio de Historia, de la Facultad de Filosofía y Letras, durante la charla con la cual inició el ciclo de videoconferencias.
La académica dijo que al empatar los datos históricos con los relatos míticos se observa que no siempre concuerdan. “Por ello es indispensable comprender que los mexicas, al igual que otras civilizaciones, no hacían distinción entre mito e historia y ajustaban las fechas que nosotros denominamos históricas, a las fechas míticas, haciendo que coincidieran además con eventos astronómicos”.
Cruz Cortés relató que el primer elemento fundacional de Tenochtitlan es una nopalera en un islote al centro de una zona lacustre, al cual se le incorporó el águila, que en varios códices aparece sin la serpiente. Posiblemente después de la conquista española se integra la serpiente devorada por el águila, la cual completa el símbolo que hasta hoy mantiene la bandera nacional.
La serpiente se integra como una presa del águila, animal solar por excelencia y sagrado para los mexicas. “Quizá los mexicas, simbolizados por el águila, dominaron a otros pueblos simbolizados por la serpiente, o tal vez estos símbolos iconográficos se registraron durante el dominio español, pues los mexicas habían aprendido el código de los europeos, donde la serpiente representaba al demonio, al enemigo de Dios que había engañado a los indios. Así se habría simbolizado el triunfo del águila sobre la serpiente”, finalizó.
Conquista, no invasión
En el siglo XXI México sigue sin reconciliarse con su pasado, discutiendo qué ocurrió hace 500 años y quién fue el protagonista, sin encontrar una explicación que deje contentos a los grupos que habitan este territorio, afirmó Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, académica del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE) de la UNAM.
Durante la sesión moderada por el director del CEM UNAM-Alemania, José Alejandro Velázquez Montes, la universitaria expuso que lo ocurrido hace cinco siglos no se trató de una invasión española, sino de la conquista de la ciudad de México-Tenochtitlan con la participación de los propios españoles y de otros indígenas. “Fue todo un proceso de alianzas con la población local”.
Hablar de invasión significa, además, despojar a México de su raíz hispana. “La cultura mexicana que hoy conocemos, nos guste o no, tiene raíces indígena, española, africana y asiática, y no hay por qué quitar esa riqueza a las expresiones culturales que hoy conforman a nuestro país”, consideró la también secretaria académica del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe.
En cada época, el pasado se interpreta de forma diferente, de acuerdo con los intereses y el contexto de quienes buscan respuestas “en lo que pasó para explicar lo que es”, recordó al dictar la conferencia “1521: ¿Invasión o Conquista?”.
La especialista dijo que los españoles, junto con miles de aliados indígenas, conquistaron la capital del llamado Imperio Mexica, la cual cayó el 13 de agosto de 1521. Este hecho marcó la alianza entre los habitantes nativos –sobre todo tlaxcaltecas– con los europeos para vencer a los mexicas, grupo dominante en Mesoamérica, así como el inicio del dominio español y el nacimiento del Virreinato de la Nueva España.
Al comentar la ponencia, Stefan Rinke, de la Universidad Libre de Berlín, coincidió en que Cortés no conquistó con 500 hombres al Imperio Mexica y en que el mundo indígena no era homogéneo, sino uno compuesto por numerosas culturas y lenguas. Además, Mesoamérica fue un mundo de guerra casi permanente antes de la llegada de los españoles. Por ello es importante terminar con mitos que siguen en circulación sobre lo ocurrido hace 500 años.
Hablar de invasión española pone a los españoles como los actores importantes de la caída de Tenochtitlan; en realidad, diferentes coaliciones de comunidades indígenas lucharon contra la opresión de los mexicas y los españoles se unieron a esas coaliciones; probablemente tlaxcaltecas, totonacos, texcocanos y otros que deseaban sacudirse el yugo, fueron los protagonistas de la lucha.