Pongamos todo en perspectiva // Carlos Villalobos
Actualmente el municipio de Oaxaca de Juárez, Oaxaca, está viviendo una de las crisis más importantes a las que se ha enfrentado en el siglo 21: una crisis por la gestión de la basura, en la capital del estado y zona metropolitana.
Pero antes, como dijera la chaviza, contexto: Oaxaca de Juárez y la zona conurbada (a la cual pertenecen 25 municipios) generan alrededor de 800 toneladas de basura al día de acuerdo a información expuesta por el Fondo Nacional de Infraestructuras, con fecha de 2021. Esas 800 toneladas de basura iban a dar al tiradero que se ubicaba a unos cuantos minutos en Zaachila, municipio que forma parte de esta zona metropolitana.
Sin embargo, de un par de años al día de hoy, en distintas ocasiones ambientalistas y vecinos del municipio habrían alertado constantemente que el tiradero estaba afectando a la población, al medio ambiente y, luego de más de 30 años, sería imposible continuar con su operación, a pesar de ello, no se realizaría acción alguna.
La pandemia por COVID-19 provocó que los pocos avances al respecto se fueran, en un tinte irónico, a la basura, hasta que un día autoridades municipales de Zaachila, con justa razón, se negaron a continuar recibiendo basura en su municipio, luego de que en un par de veces, por periodo vacacional y por las fiestas de la Guelaguetza se extendiera el plazo de forma casi obligada.
El gran problema que enfrentamos hoy, es uno que nuestras autoridades dejaron crecer por más de 30 años: la gestión de residuos sólidos. En presente, así como lo comenté en la emisión semanal del resumen noticioso “La Hora del Silencio”, creo que el presidente municipal de la capital, Francisco Martinez Neri, está siendo atacado de más, y no es por defenderlo pero ¿En dónde están los otros 24 municipios de la zona metropolitana? y sobre todo ¿Qué están haciendo durante esta crisis? Eso sí, Martínez Neri así como los municipios, autoridades estatales y federales deben hacerse responsables de su papel en esta crisis de residuos.
En el muy corto plazo, muchos municipios en Oaxaca han optado por tirar la basura en predios descampados; sin estudios, sin estrategia, sin idea alguna de lo que podría generarse en un futuro, justo como hace 30 años
Y no soy sólo yo, de acuerdo al Colectivo de Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO) la alerta sobre la crisis de la basura es grave y podría escalar a convertirse en una crisis que contamine el agua e impulse infecciones en la población en el corto plazo, mientras que en el largo plazo provoque escasez de agua en 20 años, en el mejor de los casos.
¿Hacia dónde tendríamos que apuntar? La solución no es sencilla, ni única, pero debería de apuntar a que en primer lugar se hagan estudios de factibilidad, para que autoridades locales y federales, de la mano de los municipios metropolitanos, apunten a la misma solución ¿Es un tema de recursos financieros? Probablemente, pero con los diversos fondos que cuentan los municipios impulsados por la federación y algunos proyectos impulsados por la sociedad civil organizada se puede salir adelante.
Un ejemplo claro es el caso del municipio Dr. Mora en Guanajuato, en donde con la colaboración y la mezcla de recursos públicos, entre las autoridades municipales y la organización oaxaqueña Congregación Mariana Trinitaria, lograron acceder un camión para el servicio de limpia del municipio. Con esto se devela que las soluciones no están restringidas a las autoridades y que con trabajo en equipo, gobierno y sociedad civil, podemos enfrentar la crisis por residuos y basura que se avecina en los municipios de nuestro país.
El caso de Oaxaca de Juárez, tiene que servir de ejemplo para el resto de zonas metropolitanas en el país, hay que prever siempre y estar listos para responder en equipo, sin importar el color de tu partido o el apellido de quien encabeza el municipio colindante; el trabajo por el planeta comienza desde lo local hacia lo global.
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