• Einar Castillo Aranda, egresado de la UNAM, es el autor del i.D. Buzz, vehículo eléctrico germano inspirado en la emblemática Combi
• ¡Aquí estamos! ¡Esto es la UNAM!, exclamó
La industria automotriz está en un proceso de transformación, en el que los motores ordinarios se dejarán de lado, transitaremos a la electrificación y a la autonomía de los vehículos, que serán capaces de manejarse por sí mismos a través de un comando de voz, destacó Einar Castillo Aranda, diseñador de la camioneta i.D. Buzz, de la marca VW, y egresado del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) de la UNAM.
“Por todo ello cambiará el diseño, el auto se convertirá en lo que quieras: en oficina, en una sala, o en un lugar para convivir con amigos, esto sacude cómo los diseñadores enfrentaremos los autos del futuro”, argumentó.
Castillo Aranda tuvo un encuentro vía web con alumnos y académicos del CIDI, a quienes presentó en modalidad remota la unidad totalmente eléctrica que tendrá producción a nivel global, la cual está inspirada en la emblemática Combi.
El universitario es integrante permanente del Design Team de la compañía automotriz germana, en la planta matriz de Wolfsburg, Alemania, la cual lo eligió como diseñador principal del vehículo que se dio a conocer recientemente.
En 2002, el entonces alumno del CIDI concursó y obtuvo un contrato oficial como diseñador nacional de exteriores de la compañía automotriz alemana, y en 2005 se integró como miembro permanente del Design Team global, en la planta matriz de Wolfsburg.
Antes en 2004 se tituló como Licenciado en Diseño Industrial con la tesis: “Propuesta de diseño frontal y trasero para un autobús de transporte público urbano”, con la asesoría de Armando Mercado Villalobos.
“El actual proyecto (el diseño del i.D. Buzz) ha sido increíble para mí, fue un privilegio, esta es la oportunidad de toda una vida, estar en el momento correcto, todos los planetas se juntaron para poder participar en una iniciativa de esta magnitud con esta cantidad de historia, fue increíble, y aquí se ve, se puede apreciar todo el espíritu de diseño que tomamos del bus (Combi), en esta interpretación moderna y fresca”.
i.D. Buzz
En su formato conceptual se mostró por primera vez como prototipo en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica de 2017 en Detroit, Estados Unidos.
Nuestro objetivo, aclaró Einar, nunca fue hacer un “copy paste” de la Combi, queríamos proyectarlo hacia el futuro, traerlo de vuelta en una nueva y moderna interpretación.
“Tuvimos que mirar hacia adelante. La Combi está muy vigente hasta nuestros días, se volvió un auto icónico, gracias a su construcción con su configuración de elementos tan carismática y tan flexible a la hora de usarla, su proporción y silueta la hizo única, un auto con el que podrías hacer lo que se te ocurriera, convertirla en cualquier cantidad de diferentes vehículos, configurarle el espacio como quisieras”, describió.
La Combi o Tipo 2 (T2), continuó, es un auto relevante en la historia automotriz por su arquitectura, proporción y rostro. Esta forma monolítica, sin esquinas duras, redondita, es una forma amable y digerible.
“Es un ícono fuertísimo, cuando vemos esta constelación de elementos con los ‘ojos’ enormes, que son como la cara de un niño, expresivos, es de los frontales más reconocidos e icónicos en el mundo automotriz. Eso lo tratamos de reinterpretar mirando hacia el futuro”.
“¡Esto es la UNAM!”
Lo que aprendí en el CIDI en términos de los materiales me fue muy útil, además me llevé experiencias insustituibles. Son los maestros, la gente que te apoya y te empuja hacia adelante, y la comunicación con los colegas, es lo que fortalece, afirmó Castillo Aranda.
“Me dio mucho gusto haber ganado el concurso de diseño en 2002 para la empresa donde hoy trabajo, porque en ese entonces había pasado la huelga, y siempre ha habido algunos sectores en México que pintan de otra manera a la UNAM. Me dio alegría ser egresado del CIDI y decir: ‘¡aquí estamos!, ¡esto es la UNAM!,’ y el capital más grande de nuestra universidad sigue siendo su planta docente y su alumnado”.
Con una fotografía de 1983 en la que se ve delante de una Combi, Einar confesó que siempre ha sido una persona completamente visual, con retención de imágenes.
“Fui diseñador desde niño y no lo sabía, me gustaba la idea de robots, del espacio, de la tecnología. Ya soñaba con realizar algo, con crear cosas, acá empezó todo el tema, todo el sueño que se puede hacer realidad; todo se puede lograr si existe pasión y determinación, yo puse todo mi empeño para lograr esto”, concluyó.
Artículo tomado originalmente de: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2022_594.html